Las Fallas son unas fiestas espectaculares, sus protagonistas son el ruido, la pólvora y el fuego.
Las Fallas de Valencia
Las Fallas son las fiestas patronales de la ciudad de Valencia dedicadas a San José, cuya festividad es el día 19 de marzo. Son sin lugar a dudas un festival que vive toda la ciudad y en la que se involucran de alguna manera casi todos los valencianos. La sociedad valenciana está todo el año preparando las Fallas; en cada barrio hay una agrupación fallera y prácticamente hay una Falla en cada esquina.
Las Fallas es la fiesta patronal más larga que hay en España, empiezan el 1 y acaban el 19 de marzo Festividad de San José, que es el Santo Patrón de la ciudad junto con San Vicente Martir
Durante el siglo XVIII, las Fallas eran en realidad un festejo, un divertimento popular incluido en las Fiestas de San José, el patrón de los carpinteros. Durante la madrugada de los días 17 al 18 de marzo se colocaban en algunas calles peleles, o muñecos, colgados en las ventanas o simplemente apoyados en las aceras. Durante el día 18 de marzo eran los niños los que recogían material combustible, sobre todo restos de maderas de carpinterías y los colocaban debajo de los peleles. Desde el principio los muñecos tenían un contenido alusivo a algún escarnio, suceso o acto censurable que había ocurrido durante el año. El día 19 por la noche se quemaban las piras con los peleles.
Desde el principio las Fallas han sido un festival popular en el que participan de muchas maneras los habitantes de los barrios y distritos de la ciudad. En sus origenes era una fiesta popular y genuinamente vecinal.
El primer documento escrito que hay sobre las Fallas es un oficio dirigido al Ilustre Corregidor de Valencia para que impida que los fuegos de los peleles se produzcan en calles estrellas y pegados a las fachadas de las casas ante el riesgo de incendios. A partir de este momento las Fallas solamente se pueden colocar en calles anchas o en plazas, lo que implica que el pelele, que ya empieza a llamarse ninot, deja de ser visible solo por un lado y pasa a ser visto desde los cuatro lados. La pira de materiales combustibles se colocaba debajo y siempre se escribían unos pequeños panfletos que explicaban con ironía y humor el motivo del ninot o del acontecimiento al que hacia alusión.
Durante los siglos XVIII y XIX había fallas satíricas, con un contenido de crítica social o política, fallas eróticas, siempre con alusiones equivocas, picantes o escabrosas. Algunas Fallas eran tan chocantes e hirientes en sus criticas que llegaron a ser prohibidas por las autoridades.
La Revista La Traca fue la primera que concedió premios a las mejores Fallas en el año 1885
Otras asociaciones siguieron esta iniciativa de la Revista La Traca; es a partir de este momento cuando aparece el espíritu competitivo entre los distintos barrios y aparece la Falla artística, que deja un poco de lado la critica social y se decanta por una tendencia más esteticista, en definitiva, más visual.
Será en el año 1901 cuando el Ayuntamiento de Valencia hace oficiales los premios a las dos mejores Fallas: el primero de 100 pesetas y el segundo de 50.
Durante todo el siglo XX, a medida que las Fallas van adquiriendo una gran importancia en la vida de la ciudad, se da un fenómeno de fusión entre la sociedad valenciana y la fiesta Fallera. También durante el siglo XX, la estructura de las Fallas va evolucionando, se construye en distintos niveles, hay partes que sobresalen y se las corona con un ninot principal. Es decir la construcción de una las Fallas empieza a sofisticarse mucho, se aplican nuevos materiales y técnicas. Todo esto que ha seguido ocurriendo hasta la actualidad está muy estimulado por los concursos y los premios.
Los materiales con los que se hacen las fallas son cartón, papel, arpilleras, espumas, porespan y madera para construir los armazones. Las pinturas se elaboran siempre con pigmentos naturales
En 1927 se crea el Comité Central Fallero y la Asociación General Fallera Valenciana, que representa a las comisiones falleras y organiza las fiestas. En el año 1929 el Ayuntamiento de Valencia crea el concurso de carteles para los festejos y en el año 1932 asume todo el control sobre la organización y gestión de las fiestas, así se crea la Semana Fallera. Esta semana original se ha ido alargando y actualmente los festejos empiezan oficialmente el día 1 de marzo con la primera mascletá en la Plaza del Ayuntamiento y terminan el día día 19 con la cremá de las Fallas. Sin embargo aunque la fiesta son 19 días, durante todo el año hay eventos, concursos, y actos que están relacionados de una forma directa con las Fallas.
Si bien las Fallas duran 19 días, los días fuertes son los que van desde el día 15 al 19. Durante estos días, se plantan las fallas en las calles, se entregan los premios, son los mejores artistas de la pólvora los que disparan los castillos de fuegos artificiales y las mascletás, y se queman las fallas.
El primer evento de las Fallas es el día 1 ó 2 de marzo a las dos de la tarde en punto en la Plaza del Ayuntamiento. Es la mascletá. El término mascletá viene de masclet que es básicamente un petardo. El espacio central de la Plaza se protege con unas verjas metálicas y dentro de este recinto el piroctécnico encargado utiliza 1000 kilos de pólvora para hacer un concierto de ruido y explosiones. Como el espectáculo es a plena luz del día, se usa esencialmente pólvora negra y casi no hay despliegue de color. La mascletá es básicamente ruido, pero dispuesto de una forma, que le da carácter y vida propia, es una creación del pirotécnico. Hay ruido de suelo, que procede de masclets situados en el suelo, hay otros que están a una altura como de dos metros y medio, colgados de un tenderete de cuerda, y hay otros masclets que son fuegos aéreos. El suelo de la plaza suele temblar durante gran parte de los cinco o seis minutos que dura. El espectáculo tiene su progresión y desarrollo hasta llegar a la traca final que es atronadora. Durante la mascletá la Plaza del Ayuntamiento se llena, el ambiente es de fiesta pura, y si el pirotécnico del día es de los buenos, conviene ir con una hora o cuarenta y cinco minutos de antelación para coger un buen sitio. En la Plaza hay bares abiertos y algunos chiringuitos de bebidas donde venden cervezas y alguna que otra cosa ligera para comer y entretener la espera hasta las dos en punto, que es cuando una fallera desde el balcón principal del Ayuntamiento da la orden de empezar con la frase: Señor pirotécnico puede comenzar la mascletá. Y entonces empieza lo bueno, el espectáculo sonoro total, mundial y universal.
Las Fallas, aquí hablaremos de lo que es la escultura, son construidas por artistas falleros que suelen dedicar gran parte del año a su elaboración, según la dimensión y complejidad de la Falla. Los clientes son las comisiones falleras o los casales falleros que hay en cada calle de Valencia. Hay una excepción que es la gran Falla que encarga el Ayuntamiento y que se instala en su misma Plaza: suele ser una falla enorme y monumental, muy trabajada. El resto de los festejos: los castillos de fuegos y las mascletás los paga el Ayuntamiento de Valencia.
Sólo en Valencia capital se plantan 383 fallas y otras tantas fallas infantiles
Hay de todo tipo, pequeñas, grandes, espectaculares, artísticas, modernas, retro, originales, no tan originales, repetitivas, pretenciosas y algunas geniales.
De todas las que hay en Valencia algunas han ido haciéndose una reputación por algún determinado motivo o porque han ganado premios o les han indultado ninots. Aquí va una pequeña lista de estas Fallas que casi todo el mundo visita: Falla Na Jordana, Plaza de la Merced, Plaza del Pilar, Falla Cuba-Literato Azorín, Falla Avenida de la Malvarrosa-Ponz-Cavite, Falla Exposición-Micer Mascó, Falla Nou Campanar, Falla Pizarro-Cirilo Amorós, Falla Benicalap-Avenida de Burjasot, Falla Sueca-Literato Azorín, Falla Reino de Valencia-Duque de Calabria, Falla La Antigua de Campanar, Falla Archiduque Carlos-Chiva, Falla Almirante Cadarso-Conde de Altea, Falla Convento de Jerusalén.
Hay una serie de editoriales que publican libretos con fotos de las Fallas premiadas cada año. En la actualidad se conceden premios a las fallas según la categoría, es decir teniendo en cuenta los presupuestos de construcción de la Falla. Estos premios son de distinta cuantía económica y de todas las Fallas se selecciona un ninot, que es indultado, el ninot indultat, que se salva del fuego y se guarda con todos los demás indultados de años anteriores en el Museo Fallero.
Durante los últimos tres años la Falla Ganadora ha sido la de Nou Campanar y esto ha generado cierta polémica. La Falla de Nou Campanar es impresionante por su tamaño y por la cantidad de figuras que tiene año tras año, pero, según otras comisiones y artistas falleros, la de Nou Campanar (que pertenece a un constructor) es una Falla que gana el primer premio porque dispone de una cantidad ilimitada de dinero para contratar a los mejores artistas y quizá en busca de la espectacularidad dejar un poco de lado esa esencia irónica y crítica de la Falla tradicional. Una de las propuestas que se han sugerido para solucionar el problema es hacer dos concursos paralelos: uno de Fallas tradicionales y otro de Fallas que logran la espectacularidad a base de euros.
No sabemos a ciencia cierta que va a ocurrir en el concurso de Fallas del 2008, pero quizá la crisis de las constructoras tenga su influencia en la lista de premiados.
Hay que recordar a los turistas que Valencia tiene una población de casi un millón de habitantes, que durante los días fuertes de Fallas se convierten en dos millones. Con esto queremos decir que hay muchas maneras de ver la Cremá de las Fallas, que es el momento culminante de la fiesta. Se pueden elegir las Fallas premiadas, o las que están en el mismo centro de la ciudad, donde inevitablemente va a ver aglomeraciones. Por otra parte también se puede optar por ir a ver quemar las Fallas de los barrios, que no se pueden comparar con las premiadas, pero que permiten estar más cerca del espíritu vecinal que es la verdadera esencia original de las Fallas. Además puedes estar cerca de la Falla, ver bien como se quema, estar junto a los vecinos y disfrutar de una mascletá, que suele acompañar a la cremá, en primera fila, sin vallas de protección ni nada por el estilo.
Una de las peculiaridades de las Fallas es que son de las pocas Fiestas Patronales de España que se celebran en el mes de marzo; la mayoría se celebran en verano y solo algunas en primavera, por lo general en Andalucia
Los castillos de fuegos artificiales son la otra gran atracción de estas fiestas. Solo hay castillos los 4 días anteriores a San José. Se celebran en el Paseo de la Alameda, y el tinglado donde se instalan todos los dispositivos pirotécnicos se pone en una explanada que hay en el antiguo Cauce del Río Turia. Estos castillos que empiezan o a las 12 de la noche o a veces a la 1 de la madrugada, son contratados a los mejores pirotécnicos valencianos, que es algo así como decir los mejores del mundo junto con los chinos.
Durante el castillo de fuegos se apagan las farolas de todos los alrededores para que la visibilidad del espectáculo sea la mejor. Los castillos de Fallas en Valencia son posiblemente los mejores que haya en el mundo, no sólo por su duración, más de media hora, sino también por la calidad y las novedades que aparecen todos los años. Aquí los pirotécnicos sacan lo mejor de su repertorio, primero porque son Fallas; segundo porque están en su tierra y saben que el público es exigente; y tercero porque también saben que su cartera de pedidos nacionales e internacionales va a depender bastante de lo que se vea en esas cuatro noches.
También es aconsejable ir con cierta antelación a coger sitio; los fuegos se ven muy bien desde el mismo Paseo de la Alameda o desde los puentes del cauce del Río Turia.
La ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados, conocida popularmente como la Mare de Deu (La Madre de Dios) en Valencia es también una parte esencial de las fiestas, que tiene un carácter popular y religioso. Consiste en una ofrenda de flores que se celebra durante los días 17 y 18 de marzo. En la Plaza de la Virgen se coloca una gran imagen de la cabeza y las manos de la Virgen montadas sobre un gran armazón de madera. Esta imagen es una réplica en grande de la Mare de Deu y toda su capa, se recubre con flores que van entregando todas las comisiones falleras, que van recorriendo la ciudad hasta llegar a la Plaza.
Tanto los hombres como las mujeres van con sus trajes típicos.
Los trajes de las mujeres son por lo general deslumbrantes. Consisten en un traje de falda larga con corpiño de manga corta, media o larga, elaborado con tejidos de calidad, sobre todo seda y con motivos estampados. Además llevan mantillas y aderezos para el pelo, que son peinetas y otras piezas cinceladas a mano. La mujeres además llevan pelo postizo, para los moños y trenzas. Casi cubriendo sus orejas llevan unos discos de trenzas cruzados con horquillas que son prácticamente iguales que los de la escultura La Dama de Elche, una clarísima herencia de nuestra época ibera.
Los hombres suelen llevar el traje de gala de la huerta, que en valenciano se llama saragüel. Consiste en unos calzones hasta las rodillas, calcetines con borlas, alpargatas atadas con lazos y una camisa bordada con un chaleco y una chaquetilla. Es fundamental el pañuelo anudado a la cabeza.
El día 19, día del Santo Patrón San José, hay dos eventos que son los platos fuertes de la mañana. La mañana del domingo es cuando los clubs de Valencia se dan brillo y programan a los mejores dj´s locales e internacionales para reventar las pistas de baile de toda la ciudad. Por lo general la fiesta se alarga toda la tarde y la noche hasta el día siguiente. Y por otra parte en la Catedral de Valencia se oficia una misa solemne en honor del Patriarca San José. La misa es a las 12 del mediodía y es oficiada por el Cardenal de Valencia y ofrecida por la Junta Central Fallera y el Gremio de Artistas Carpinteros. Acuden las autoridades civiles y religiosas de la Ciudad, las Falleras Mayores y sus cortes de Honor y la música corre a cargo de la Orquesta del Conservatorio José Iturbi y cantada por el Coro Catedralicio.
Y el día 19 por la noche, por riguroso turno, y con la inestimable ayuda de los bomberos de Valencia, se queman todas las Fallas y la fiesta acaba. Pero a la semana siguiente y después de la inevitable resaca se empiezan a preparar las del año siguiente.