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02, Diciembre d 2024 
El Mercado de Colón es uno de los edificios civiles con más carácter de toda Valencia
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El Mercado de Colón

El Mercado de Colón nació como consecuencia de una necesidad de los vecinos del Ensanche de Valencia por tener un mercado en su zona que les permitiera abastecerse de todo tipo de comida y fruta, sobre todo naranjas.
Está ubicado en paralelo a la Calle Colón, que es la gran calle comercial de Valencia, y a la Gran Vía del Marqués del Turia. Esta es una zona de ensanche urbano perfectamente cuadriculada. El Mercado da a cuatro Calles: Sorní, Conde de Salvatierra, Jorge Juan y Cirilo Amorós.

El Mercado fue proyectado y construido por el arquitecto Francisco Mora entre los años 1914 y 1916. El estilo del edificio es modernista valenciano


La planta es rectangular con chaflán y el perímetro está rodeado por un muro de cantería sobre el que hay una verja de hierro fundido. Tiene tres naves: la principal de 18 metros de ancho y las dos laterales de casi 8 metros. Las fachadas del Mercado están decoradas con policromías, azulejos pintados, con motivos valencianos y bastantes referencias a la huerta de Valencia y sus productos. La estructura metálica de hierro fundido es un claro ejemplo de tipología metalúrgica industrial. E Mercado no esta encajonado entre edificios sino que dispone de un espacio que lo rodea que realza la belleza del edificio.

El cambio de los hábitos y formas de consumo, obligó a replantearse, la función de este mercado tradicional y su restauración y adecuación a la situación actual. La rehabilitación fue muy compleja ya que por debajo del Mercado, en el subsuelo discurre un ramal de una acequia. Por lo tanto hubo que recalzar completamente la cimentación del edificio, la complejidad de esta fase disparó el presupuesto total. Una vez superada la cimentación, se consolidó la nave del Mercado y por último se rehabilitaron todos los elementos decorativos originales.
El Mercado de Colón ganó el Premio Nacional de Rehabilitación de edificios en el año 2003


El resultado de todo el trabajo es una autentica maravilla. Es un edificio precioso. Un Mercado Modernista tardío, con elementos decorativos muy originales y que ha conservado algunas tiendas de alimentos pero que además se ha convertido en un espacio abierto, un punto de encuentro y de ocio con bares y cafeterías para el disfrute de los vecinos y visitantes.